Estilos diferentes

Gorra o Birrete

       Las características más usuales de una gorra son su forma ajustada, la ausencia total de borde o reducida a una visera, siendo muy común la inclusión de cierres para ajustarla firmemente a la cabeza.

       Existen diversos tipos de gorras, siendo en la actualidad el birrete (la gorra de béisbol) el tipo más común, que es fácilmente reconocible por su gran visera arqueada transversalmente. Además destaca su uso para promocionar eventos, compañías e instituciones.

Sombrero Cordobés

            El sombrero cordobés es un sombrero tradicional fabricado en la ciudad de Córdoba y usado tradicionalmente en gran parte de Andalucía, en España. Dentro de Andalucía, también se le conoce simplemente como "sombrero de ala ancha".

            No existen unas medidas modelo para el sombrero cordobés, cambiando las hormas y el ala. En cuanto a los colores, el color más habitual es el negro, aunque existen muchas tipologías: rojo, gris perla, verde marino, e incluso azul marino.

            Sus orígenes no están claros, ya que aunque en algunos grabados del siglo XVII se puede ver a algunos jornaleros que lo visten, no fue hasta el siglo XIX y principios del siglo XX cuando se generaliza su uso.

Chupalla

            La chupalla es un sombrero artesanal hecho de paja que utilizan los huasos en Chile. Es parte fundamental de la vestimenta de un huaso que utilizan para protegerse del sol

            El nombre de la chupalla deriva de achupalla, una planta bromeliácea muy común en ciertas zonas del campo chileno. Con el material de esa planta, los artesanos empezaron a tejer y trenzar el sombrero.

            En la actualidad, para la confección de la chupalla se utilizan variadas fibras vegetales: paja de trigo, de arroz, teatina y otras fibras.

Pamela
            Las pamela es un tipo de  sombreros de ala muy ancha utilizado por las mujeres.

            Son prendas apropiadas para ocasiones de vestir. Solo se usan de día, sobre todo, por la mañana. La etiqueta dicta que la pamela no debe retirarse durante la jornada aunque el cumplimiento de dicha norma se ha relajado bastante. En cuanto a la estética, aunque puede llevarse con el pelo suetlo, por su espectacularidad se recomienda llevarla con peinados recogidos. La pamela se utiliza en celebraciones diurnas como bodas, comuniones o bautizos u otras en los que la etiqueta exige acudir con la cabeza cubierta como las célebres carreras de Ascot en que las damas inglesas lucen sus más extravagantes modelos.

            Como sombrero apropiado para protegerse del sol, en su versión más informal se trata también de un modelo clásico para ir a la playa, en este caso, confeccionado con materiales aislantes como la paja trenzada.

            La confección de este tipo de sombrero se presta a una gran creatividad por parte del diseñador tanto en materiales como en formas y colores. Las pamelas pueden ir decoradas con lazos, cintas, flores, plumas, tules u otro tipo de ornamentos admitiéndose una gran libertad en sus diseños.

Sombrero panamá

            Un sombrero de paja-toquilla, sombrero panamá (o simplemente panamá) o jipijapa es un tradicional sombrero con ala que se hace de las hojas trenzadas de la palmera del sombrero de paja-toquilla (Carludovica palmata). A pesar del nombre, los primeros sombreros fueron fabricados en Ecuador, no en Panamá; su nombre viene del hecho de que alcanzaron relevancia durante la construcción del Canal de Panamá cuando millares de sombreros fueron importados de Ecuador para el uso de los trabajadores de la construcción. Cuando Theodore Roosevelt visitó el canal usó dicho sombrero, lo que aumentó su popularidad.

            Glorificado durante el siglo XIX, el panamá desde entonces se ha considerado el príncipe de los sombreros de paja. El héroe nacional y figura emblemática, Eloy Alfaro ayudó a financiar su revolución liberal en Ecuador a través de la exportación de panamás. La reputación del sombrero fue establecida por Napoleón III, Eduardo VII, y algunos otros aficionados.

            El sombrero de panamá tiene varios nombres. Fue llamado jipijapa, a partir del nombre de la pequeña ciudad ecuatoriana de Jipijapa en la provincia de Manabí que se suponía era su origen tradicional, o montecristi, un nombre que todavía se encuentra entre los especialistas de los panamás de calidad. El jipijapa o el montecristi también se ha llamado toquilla, un nombre derivado del nombre de los sombreros que los españoles usaron en la conquista.
           
           La calidad es un tema muy disputado al tratar de los sombreros panamá. Hay dos procesos principales en su creación: el tejido y bloqueo. La mejor manera de calibrar la calidad de la estructura es contar el número de fibras por pulgada cuadrada. 

            Hoy día, los sombreros panamá se elaboran no sólo en Ecuador, sino en muchos otros países latinoamericanos.

            Para la comunidad maya de Bécal, en el estado de Campeche, México, por ejemplo, la confección de estos sombreros es también su principal actividad artesanal. Algo similar ocurre en Colombia.

Sombrero vueltiao

            El sombrero vueltiao, algunas veces conocido como sombrero zenú, es un sombrero típico de las sabanas costeñas de la Costa Caribe de Colombia, y la principal pieza de artesanía del país. Es una prenda que tiene su origen desde antes de la llegada de los europeos en la cultura indígena zenú, asentada en la región del río Sinú. La población de Tuchín, antiguo corregimiento de San Andrés de Sotavento, Córdoba, constituido en municipio en diciembre de 2007, es considerada la cuna del sombrero vueltiao. Se elabora de las hojas de una palma nativa de la región conocida como caña flecha. El Congreso de Colombia lo elevó a la categoría de Símbolo Cultural de la Nación mediante la Ley 908 del 8 de septiembre de 2004. 

            Es imposible dar una fecha de origen del sombrero vueltiao. La prenda tiene su origen en la cultura indígena zenú, asentada en la región del río Sinú

            Desde la época prehispánica, los aborígenes usaban el sombrero para guarecerse del inclemente sol durante el cultivo del maíz. También es probable que fuera un componente ritual en la jerarquía y credos mágicos religiosos. 

            El sombrero vueltiao se elabora con características trenzas secas de color negro y caqui, obtenidas de las hojas de la caña flecha, palma endémica de las regiones tropicales de América. Anteriormente, los sombreros se cosían a mano, con aguja e hilo de maguey. Era labor de hombres, actualmente lo hacen ambos sexos. Más tarde se empleó el hilo de bola. Hoy se cosen en máquinas de coser sencillas, con hilo de cartucho y de nailon. 

            Una vez se cortan las hojas de la caña flecha, se procede a rasparles las venas con cuchillo para obtener pencas. Luego se cocinan para darles consistencia y elasticidad con cogollos de caña agria, naranja agria y limón. Las pencas se dejan un día al sol para que se sequen, proceso que dará como resultado pencas de color completamente blanco o algo pigmentadas.

            Posteriormente, las pencas blancas se deshilachan en tiras más delgadas. Para obtener las tiras negras, las pencas pigmentadas deben someterse a un proceso de tinte con una mezcla de barro negro y otros. Todo el proceso, incluyendo el secado de las pencas, dura unos tres días. Al secar completamente, se procede a deshilachar las pencas.

            La calidad del sombrero depende del tipo de fibra que se utilice (ordinaria o fina) y de la cantidad de tiras de fibra trenzadas. Un sombrero de calidad será flexible y liviano. De acuerdo con el número de pares de fibra que conformen las trenzas, los sombreros vueltiaos pueden ser:
  • Quinceano. Se fabrica con trenzas constituidas por 15 pares de tiritas. Es el más sencillo y de menos calidad. Muy popular y barato. Se hace con las fibras ordinarias (no flexibles) en unos 3 días.
  • Diecinueve. Se fabrica con trenzas constituidas por 19 pares de tiritas, obtenidas de fibras finas. Más fino que el anterior, su hechura puede llevar una semana.
  • Veintiuno. De trenzas de 21 pares de tiritas. El más fino de los comerciales. Su hechura puede llevar de 10 a 15 días. Único que por su suavidad y peso puede doblarse, reducir su tamaño al de un pañuelo, llevarse en un bolsillo, y recuperar su tamaño y forma originales sin deformarse al momento de abrirse de nuevo
  • Veintitrés. Sus trenzas tienen 23 pares de hilos de fibra de palma. De gran finura y suavidad, se hace usualmente por encargo. Su fabricación puede llevar hasta 20 días. Cabe enfatizar que sus trenzas se elaboran con hilos de fibra de palma, no con tiritas.
  • Veintisiete. Trenzas de 27 pares de hilos de fibra de palma. El más fino y menos comercial de los sombreros vueltiaos. Su hechura puede tomar alrededor de un mes.
            La copa del sombrero incluye variadas figuras tejidas tejidas a mano con filamentos negros, conocidas como pintas, elementos, animales u objetos religiosos y totémicos de la cultura y de la cotidianidad zenú. El diseño de los dibujos constituye el sello distintivo de cada familia o comunidad, de tal forma que puede identificarse el origen de cada sombrero. Generalmente, un sombrero vueltiao tiene cuatro pintas. Algunas de las más solicitadas son el pecho del grillo, la mano del gato, la flor de la cocorilla y el pilón. 

            El Congreso de Colombia otorgó al sombrero vueltiao la categoría de Símbolo Cultural de la Nación mediante la Ley 908 del 8 de septiembre de 2004. En junio de 2006, una encuesta organizada por la revista Semana lo escogió como el símbolo cultural de Colombia por encima del café, del Carnaval de Barranquilla y de la orquídea entre otros candidatos. 

            Anualmente se celebra en Sampués la Feria y el Reinado Nacional del Sombrero Vueltiao. En el municipio de San Andrés de Sotavento se realiza el Festival del Sombrero Vueltiao. 

Sombrero Salacot

            El salacot consiste en un sombrero usado en Filipinas y otros países cálidos, en forma de medio elipsoide o de casquete esférico, a veces ceñido a la cabeza con un aro distante de los bordes para dejar circular el aire, y hecho de un tejido de tiras de caña, o de otras materias. La palabra es de origen tagalo (salaksak).

            El salacot fue una prenda utilizada por los ejércitos coloniales en lugares cálidos como África o Asia y, en especial, el inglés que servía como elemento protector del sol y el calor.

Borsalino

            Se trata de un sombrero hecho de fieltro suave, producido a partir de pelos de conejo o libre. Por norma general es de color gris o negro y tiene una cinta anudada al lado izquierdo. 

            Fue creado en 1857, por Giuseppe Borsalno, en Alessandria, Italia.

            Este sombrero fue emblema de los gangsteres de los años treinta, y aunque estuvo olvidado durante un tiempo, volvió a coger fuerza y a ser reconocido mundialmente en la década de los 70, tanto que inspiró a ciertos directores cinematográficos para grabar películas como "Borsalino"(1970), y "Borsalino & Cia" (1974).

Fedora

            Es un sombrero similar al Borsalino, con la salvedad del material del que están fabricadas, ya que el fieltro de estas se hace con lana. En comparación con el anterior, este tiene mayor flexibilidad, y la corona es más triangular.

Bombín

            Se trata de un sombrero semiesférico de fieltro con el ala redonda, que fue inventado por Thomas Coke, 2º conde de Leicester de Holkman, en 1850.

            También es conocido por "Sombrero de hierro", ya que era muy duro y protegía la cabeza de los guardabosques contra los golpes de las ramas bajas de los árboles mientras montaban a caballo.

            Este sombrero ganó renombre hacia finales del siglo XX al ofrecer una opción intermedia entre la formalidad de la chistera (asociada a las clases altas) y la naturalidad de los sombreros blandos de fieltro usados por las clases medias más bajas.

            Era el sombrero tradicional de los caballeros de la ciudad de Londres y se ha convertido en un icono cultural inglés. Sin embargo, los ingleses dejaron de usar Bombines de forma ordinaria en los años 60 y la mayoría de la gente inglesa joven en el siglo XXI nunca ha visto un Bombín usado como parte del vestido normal.

Sombrero de copa alta

            Este sombrero es coloquialmente conocido por "Galera" o "Chistera".

            Es un tipo de sombrero alto, con la cima plana, y el ala amplia, usado por los hombres a lo largo del siglo XIX, siendo ahora utilizados solamente con etiqueta de día o conjunto formal de noche.

            Fue inventado en 1797 y fueron populares entre los hombres de la década de 1820. En aquella época solamente los hombres de negocios hacían uso de ella, y pronto se expandió en el entorno de la gente adinerada, que lo lucían en acontecimientos especiales.



            En la época que la venta de este tipo de sombreros redujo considerablemente, se inventaron los sombreros de copa plegables, ya que poseían un marco interno con visagras.

Fez

            También conocido por "Tarbush", es un tocado masculino extendido desde el siglo XIX por varios países, especialmente Turquía y el norte de África. 

            El Fez de Túnez, uno de los más célebres, se compone de una malla hecha a mano con lana cordada e hilada. Se impregnan luego en aceite (hoy en día existe solo un taller en funcionamiento en todo el mundo), se tiñen (normalmente de rojo), y se cardan por segunda vez. Por último se pone la punta de lana donde va la borla y el nichan.

            Este sombrero es símbolo del magreb y buena parte de Oriente Próximo.

Boina

            Se trata de una gorra sin visera, redonda y achatad, de lada y de una sola pieza. Es de tamaño reducido, dejando muy poco espacio (no más de 2cm) entre su superficie interior y el cuero cabelludo. Este tipo de sombrero no cubre ni las orejas ni el cuello.

            Gracias a nuevas técnicas de fabricación es una prenda relativamente barata, apta para todo tipo de público, aunque en sus orígenes, era una prenda con precio más elevado.

            Este tipo de sombrero se sigue utilizando por la sencillez del artículo, por su facilidad para llevarlo (se enrolla sin arrugarse) y por sus características (lana transpirable, cálida en invierno y protección frente al sol en verano). Aún y todo, atrás quedaron los años en los que la boina era el complemento más usual entre los vascos.

            Pocas veces una vestimenta tan sencilla ha marcado tanto la fisonomía de un pueblo y ha condicionado de tal manera comportamientos sociales y mediáticos. Con orígenes aún hoy en día discutidos, su uso empezó a generalizarse a partir de las guerras carlistas.

            En dichas guerras se cogió como elemento representativo de los carlistas. En 1838, convencido de los males que causaba su uso, que como distintivo de las tropas carlistas solo tendía a la confusión y alarma, Baldomero Espartero decretó que se prohibiese el uso de la boina a toda clase de personas y estados.

            Con el tiempo se vio que esta medida no tuvo efectividad alguna y que la boina, además de distinguirse ampliamente entre todos los espectros sociales como un elemento indispensable de la indumentaria, también pasó a convertirse en parte de los uniformes de diferentes cuerpos militares y policiales. 

            Variando en las formas, colores y tejidos de confección, es una antigua prenda de cabeza de uso militar, preferida a otras por ser abrigada, por no limitar la visibilidad, por poder ser utilizada tirada hacia delante, utilizarla para proteger la vista del sol y por ser lo suficientemente flexible como para usarla aún debajo del casco. Pero por encima de todo esto, resulta más elegante que otras prendas a las que se les da el mismo uso.

            En el comienzo de la década de los 60, sobre todo con la obtención de materiales mecanizados y blindados, la boina aparece en la indumentaria de las organizaciones militares.
            Aún y todo, se sigue utilizando la boina con el fin de distinguirse del resto de las tropas, y ello está íntimamente relacionado con los colores que poseen:

            Ya que toda moda precisa de habilidades, se dice que su uso denotaba el origen de quien la llevaba. El vasco a penas introducía la boina en su cabeza, mientras que en otras latitudes se la metían hasta las orejas. Según la buena maña del usuario, podía inclinar la boina hacia atrás, hacia delante, hacia la izquierda o hacia la derecha. Los menos mañosos se ponían la boina con las dos manos, mientras que los resueltos se la colocaban con una sola mano, de un golpe, dando siempre un vuelo delantero.

            Por otro lado, en el País Vasco y Navarra, se usa como distinción de campeón en competiciones y eventos deportivos y culturales. Ejemplo de ello son las "txapelas" otorgadas a los campeones en partidos de pelota o cros-es, o en campeonatos de "bertxolaris". Además, derivando de esta vieja costumbre nació la palabra "txapeldun", término utilizado en el euskera en referencia al campeón.